PELUSILLA Pelusilla era una gatita preciosa, yo la quería mucho y ella me quería a mí. Un día de verano, estaba viendo la tele y oí unos maullidos, mi padre me dijo que bajara al garaje y me encontré con una gatita de apenas una semana (¡me cabía en la mano!). Era hembra, pelo de color blanco con rayitas grises, tenía los ojos azules claritos, era pequeñita, media apenas 30 centímetros, pesaba 1 kilo y medio y era muy juguetona. Siempre que podía la sacaba y jugaba con ella, dormía en una jaula que construyó mi padre y esa jaula estaba en el jardín, los días de frío la metía en el garaje y se pasaba la noche allí, muy agustito. Las primeras semanas tomaba leche de una jeringuilla, cuando se hizo más mayor ya comía comida para gatos. Su mejor amiga era Nela, una perrita que tiene mi amiga Silvia. Un día Pelusilla se puso malita, no comía, estaba triste, no jugaba conmigo como siempre, y el día 19 de marzo del 2014 se murió, me dio mucha pena y no tenía ganas de hacer
